La Miseria de unos, disfrute de otros

Los reality show han despertado la porno audiencia de nuestro país, donde ya la desgracia humana y las enfermedades de un prójimo se convierten en un entretenimiento masivo; como lo mencionaba por estos días un diario local.

Los canales le dicen al televidente que estan haciendo una acción social con programas como: “Tengo una ilusión”, “Bailando por un sueño”, donde la gente va a exponer su sufrimiento para que otros le ayuden, pero eso si, primero, debe hacer actos circenses con los cuales deben agradar al publico televidente y así merecer el riñón para una hermana, la operación de cáncer para el hijo, la silla de ruedas para el amigo que se arrastra y no conoce ni siquiera el barrio en el que habita, el arriendo para el albergue de los niños del barrio tunjuelito y en fin un sin numero de necesidad muy cercanas a todos nosotros. Pero ¿Cuál es la realidad de esta “buena acción”?, si no baila bien ó no hace el ridículo frente a millones de personas, lastimosamente no hay riñón para el hermano, ni silla de ruedas para el amigo, ni almuerzo comunitarios para los ancianos y niños de alguna comuna.
Pero paradójicamente los dueños de las programadoras se hacen ricos con el alto rating que se genera de tan excelente programa que esta moviendo masas.

Todo este tipo de actos me ayudan a vivir como fue en alguna época –supuestamente del pasado- el circo romano donde la gente de menos oportunidades de la sociedad debía batirse a muerte con sus amigos (entre gladiadores) o fieras salvajes, como leones por citar algo. Y todo esto ¿Para qué? para salvar sus vidas o en el mejor de los casos obtener la libertad. Ahora en pleno siglo XXI la historia no ha cambiado, la personas que van a buscar ayuda a estos programas requieren salvar sus vidas o las de sus allegados, quieren de forma desesperada obtener la libertad de poder vivir como el resto de los mortales. Algo que la nación por derecho no les permite acceder.

No entiendo como en este país lo derechos básicos de una persona (salud, educación, igualdad de condiciones) sean ahora un sueño imposible de alcanzar. Pero lo más triste es que nosotros nos prestemos para tan miserable espectáculo.
No entiendo como la realidad que aqueja a un grupo de personas, sea el medio de entretenimiento y disfrute para otros.

Y finalizando quiero citar una frase dicha por Jose Saramago: "existe una "santa venerada en los altares de todo el mundo", que es la "santa audiencia", en cuyo nombre, como se decía de la libertad, se cometen muchos crímenes contra la razón, la sensibilidad y el buen gusto, con el aplauso además de las propias víctimas."